Andalucía

Una vez fui una extraña en tierras anglosajonas. A este paso, alguna vez seré una extraña en mi propia tierra.

Sin embargo, por ahora siento Andalucía cada día. Lo siento cuando hablo inglés en ese acento tan fuerte. Lo siento cuando veo que el aceite que compro es amarillo y no dorado. Lo siento cuando oigo un “illo” por la calle de compras. Lo siento cuando me piden cocinar tortilla de patatas o enseñar sevillanas. Lo siento cuando hay un rayo de sol en el cielo o simplemente cuando está despejado.

Nadie puede negar que de dónde eres marca en cierto modo quién eres. Hoy al leer un mensaje en Facebook me he acordado de todos los días de Andalucía en el colegio, comiendo pan con tomate, pintándonos la cara, jugando a entrevistar a otros niños, cantando el himno. Y es que esos días en el colegio eran los mejores.

En todos los lugares hay cosas buenas y malas. Alguna gente se aferra a lo negativo, yo prefiero quedarme con lo positivo e intentar cambiar lo negativo. Así que lo digo por aquí por si alguien me lee:

Es hora de que en Andalucía se pague un salario digno a TODOS los trabajadores, sin diferencias de sexo, raza o sector económico. En esta sociedad todos dependemos de todos para poder vivir con tantos servicios y facilidades. Por esto mismo, todos somos iguales de importantes y merecemos tener un puesto de trabajo con unas horas fijas, un salario apropiado y unas condiciones humanas.

Es hora de que en Andalucía nos dejen de tomar como idiotas los políticos, robándonos el dinero, montando empresas falsas, pasando billetes en negro, haciéndose favores, cubriéndose las espaldas. Es una vergüenza y nadie se merece que se le trate así.

Es hora de que los andaluces alcen la voz y sientan orgullo de todos sus recursos naturales, de su acento, de sus parajes naturales, de sus playas, de su tecnología… Puede que no seamos la zona más rica de España pero no es por falta de recursos, sino porque dejamos que otros nos manejen y manipulen.

Es hora de que en Andalucía se den ayudas a los pequeños empresarios. Esos que montan tiendas nuevas en mi pueblo cada vez que voy pero que desaparecen cuando vuelvo a los pocos meses. Esa gente emprendedora debería ser apoyada y no machacada por las grandes empresas y el gobierno.

Es hora de que los jóvenes puedan quedarse en Andalucía sin tener que estar años y años de prácticas, sin contrato, sin seguridad social… Si los jóvenes somos el futuro, ¿qué futuro esperáis si nos tratáis tan mal?

YO me fui. No he sido la única ni seré la última. A mí me gusta vivir fuera, experimentar nuevas culturas, personas… Pero está bien recordar de dónde vienes para entender un poco mejor hacia dónde vas a ir.

“Ella está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.” Eduardo Galeano

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