Jueves, 16 de diciembre de 2021, 20:30
Para muchas personas esta fecha y esta hora no significarán absolutamente nada, pero si eres profesor y escuchas “último día antes de las navidades” comprenderás cómo me siento. Tras un día lleno de chocolate, sesiones de karaoke improvisadas, hormonas saltando arriba y abajo y clases llenas de esa energía especial que va intrínseca a los finales de trimestre, no me queda otra que confesar lo que ya imagináis: THANK GOD por las vacaciones! Tras despedirme de mis alumnos y compañeros de departamento y regresar a casa esta tarde, estuve hablando con varias personas que me recordaron lo fantástico que son las vacaciones de los profes, ¿gracioso verdad? Ya lo hemos escuchado mil veces, gracias.
Los finales de trimestre son agotadores, pero los finales de trimestre en medio de una pandemia están a otro nivel. En los últimos dos años nuestra rutina diaria de planear clases, corregir exámenes, asistir a jornadas de padres, etc, ha pasado a casi ser una insignificante parte de todo lo que se espera de los docentes en nuestro día a día. De un día para otro los profesores nos hemos convertido en expertos del aprendizaje en línea y de la enseñanza híbrida y hemos tenido que seguir dando nuestras clases normales pero al mismo tiempo proporcionar trabajo en línea para todos aquellos alumnos aislandose. Hemos lidiado con alumnos que han pasado momentos extremadamente difíciles y los hemos ayudado como mejor hemos podido, incluso cuando algunos de nosotros no estábamos en nuestros mejores momentos. Vivimos con el miedo constante a acercarnos demasiado a nuestros alumnos, a tocar sus libros, a escuchar los pasos en el pasillo de la enfermera que viene a retirar a alguien de la clase y a socializar con amigos los fines de semana por el riesgo a más posibles contagios. La puntillita que nos ha llevado a muchos al ataque de nervios es que los colegios además este año han sentido la presión de intentar compensar la falta de eventos con la comunidad con un calendario lleno de actividades extras que nos han ocupado la mayoría de nuestras tardes este trimestre.
Sólo los profes que me lean podrán quizás entenderme y empatizar con ese estado entre el entumecimiento, alivio y alegría en el que me encuentro esta noche. Pero... mañana es un día para descansar y ¡pasado mañana para hacer mis maletas y ver a mi familia!. De nuevo, con la preocupación que se nos suma a los profesores - ¿podré volver?, ¿y si pillo covid?, ¿quién dará mis clases?
Podría seguir pero voy a parar aquí porque tras meses sin actualizar el blog no quiero convertir esta entrada en una carta de quejas. Hay mil cosas por las que los profesores estamos agradecidos y por las que seguimos en esta profesión, pero por favor, cuando veáis a un profe estas vacaciones no le digáis lo afortunado que es por tener dos semanas de vacaciones. En su lugar, ¡¡dadle una cervecita y brindad juntos para que la Semana Santa llegue pronto!!
¡¡¡¡Feliz navidad a todos!!!!
Comentarios
Publicar un comentario