Cuanto tiempo sin
escribir en el blog, pero que mejor motivo para retomarlo que escribir sobre la
mejor persona del mundo.
A pesar de vivir
en una sociedad donde aún los hombres están por encima en muchos aspectos de la
sociedad, una madre es siempre el soporte de la familia. O al menos en mi caso,
lo es.
Gracias por tantos
años en los que me has cuidado, me has convertido en quien soy, me has dado
amor incondicional, sin límites y sin esperar nada a cambio. Mis primeros
recuerdos de la infancia empiezan contigo: las vacaciones en la playa en la que
nos embadurnabas de crema solar, los días de reyes magos jugando con las barbies
y las casas de pinipons, los domigos en el parque del Ayuco, los zumos de
naranjas que nos dabas antes de comer para que tuviésemos vitama C, aunque bien
poco me gustaban…
Gracias por todas
esas mañanas de los sábados estudiando juntas, por todos los rollos que debías
de aguantar y por lo bien que disimulabas interés en ellos. Gracias por
apoyarme en todas mis decisiones sin influenciarme nunca en ellas. Gracias por darme
infinitas oportunidades, por nunca decirme que no, por abrirme las puertas a
otros países, a otras experiencias. Gracias porque siempre me enseñasteis a
apuntar lejos, a trabajar duro y a querer a aquellos que nos quieren y
aprecian. Gracias por cuidarme cuando estaba mala, por interesarte en mis
amigos, mis aficiones y, más importante, en mis problemas.
Porque siempre
estás allí para lo bueno y lo malo. Porque aunque estés lejos, sé que eres a la
persona a la que le hace más ilusión verme a la vuelta. Porque no importan los
kilómetros de distancia, siempre estás cerca, siempre estás conmigo.
¡Felíz día de la
madre!
You taught me the value of life and love. All of what I own, is not mine, but yours.
"So far away but still so near, the lights go off, the music dies. But you see me standing here."
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